A cuatro días de terminar el reto de autorretratos que nos propone
, debo confesar que se hace cuesta arriba algunos días. A veces por el tema propuesto. Otras por falta de tiempo para ejecutarlo. Y es que autorretratarse a diario buscando unos estándares de calidad óptimos y siendo fiel a tu estilo no es nada fácil. Y hay días que patino.No es fácil ponerse ante la cámara, por mucha experiencia que se tenga siempre hay partes de ti que no quieres mostrar.
El peor día fue el nueve. La premisa era “Solo tú” y se buscaba un autorretrato sin condimentos, de cuerpo entero y con el fondo de una pared neutra. Quien me sigue bien sabe que esto para mí es dificilísimo. No hay autorretrato en el que no me disfrace. La honestidad ante la cámara no es lo mío. Alguna vez he conseguido ser sincera, pero me cuesta. Me cuesta mucho.
No me apetecía despejar una pared de casa o montar telón, así que me lancé a la calle con la cámara aprovechando un almuerzo con amigos. Encontré una pared blanca y utilicé un “trípode humano”. Era “solo yo” mirándome siete personas. Bueeenoooo…. Pues fui “solo yo disimulando”. Con la pose típica de cuando poso para fotos de álbum y haciendo el tonto de puro nervio.
Aunque había una pared blanca, necesitaba algo más, así que elegí una parte con sombras de ramas. Yo sola me hago trampas, ya veis. Y subí el atrezzo con unas rejas. Insoportable la soledad de “solo yo” en una foto.
Al revisar el resultado, ahí estaba mi sombra. Salvándome del mal trago.
Y así lo escribí, poetizado y dramatizado.


El juego con espejos me gusta y ya he hecho mucho autorretrato con reflejos. Uno de mis favoritos es con el espejo que utilicé en “Tu otra mitad”, lo hubiera replicado. Aquí puedes verlo. Pero eso habría sido hacerse trampas. Así que busqué el efecto de “encontrarse tras el espejo”, traspasando el cristal. Y así lo hice con la mano y con el pie, para encontrarme en un rincón pequeñito. Ahí estaba mi otra mitad, escondida. Porque es difícil encontrarte en un reflejo. ¿Lo has probado? Te invito a ello.



Los temas de “Disfruta” y “En casa” podrían intercambiarse. Ambos son casa y en ambos estoy en momentos de disfrute. Los dos tienen elementos en común que necesitan uno y otro tema. Son descriptivos y la complejidad del día era determinar su contenido. Era más un ejercicio de introspección que de fotografía. Y en ambos esto lo tenía claro.


Me hubiera gustado hacer “En casa” de día, con la luz de la mañana. Pero un lunes de prisa no da para ponerse tiquismiquis. Estuve a punto de dejarla pasar y hacerla a la mañana siguiente. Pero hubiera dejado de ser reto. Porque para mí es importante cumplir en forma, pero también en tiempo.


Por cierto, no os creáis todo lo que veis. Nala odia hacerse fotos. Y fue una pelea de gatas sacarla en foto.
Si sigues el reto de autorretratos, cuéntame qué tal te fueron estos temas. Y si no lo sigues, te invito a ponerte ante la cámara y (des)cubrir(te). Sí, sí… así escrita 😉
El autorretrato es un reto en sí y uno al día ya ni te cuento. Es complicado los todas largos, difíciles, sin prisa, sin gana. Mantener los estándares de nuestras propias reglas y el reto en sí es complicado. Los que lo hacemos, te entendemos. Pero lo estás haciendo muy bien, más que bien.
👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻 Coincido especialmente con lo del tiempo, hay días que es un "aquí te pillo aquí te mato"😅 Salir en las fotos me cuesta menos, otro tema es "cómo salgo" en cuanto a naturalidad y fotogenia, eso me cuesta más; pero lo que más me cuesta es el texto, sobre todo cuando hay que describirse o definirse. Aún así, aunque vaya a trancas y a barrancas, seguir estos retos me da que pensar y me resulta terapéutico.